¡Mascarillas caseras con pocos ingredientes!

¿Tu piel necesita amor? Te proponemos cuatro mascarillas caseras que se
adaptan a diferentes necesidades para que presumas de un cutis ¡super
hidratado!

  1. Mascarilla de miel efecto “buena cara”
    ¿Para quién?
    Personas que descansan poco, duermen mal o sufren estrés, y por lo general suelen
    tener mala cara.
    Necesitarás
    ● 1 clara de huevo
    ● 1 cucharada de miel
    ● 1/2 cucharada de jugo de limón
    ● 1 cucharada de yogurth
    ¿Cómo prepararla?
    1.Bate la clara de huevo, 2. Añade la miel y el jugo de limón, 3. Incorpora el yogurth y
    mézclalo todo hasta conseguir una pasta homogénea, 4. Déjala actuar durante 15
    minutos y enjuaga bien con agua tibia.
  2. Mascarilla iluminadora de pepino
    ¿Para quién?
    Personas que quieran una piel bien iluminada.

Ingredientes
● 1/2 pepino
● 1 yogur
¿Cómo prepararla ?

  1. Pela el pepino, 2. Córtalo en rodajas, tritúralo y mézclalo con el yogurth, 3. Aplícala
    sobre el rostro, 4. Déjala actuar durante 15 minutos.
    Propiedades del pepino
    Debido a la gran cantidad de agua que contiene, el pepino hidrata la piel, la limpia y
    le proporciona brillo. Gracias a su contenido en vitamina C, es conocido también por
    sus cualidades purificantes y astringentes.
  2. Mascarilla matificante de avena y limón
    ¿Para quién?
    Pieles grasas o mixtas con tendencia a la aparición de brillos.
    Ingredientes
    ● 2 cucharadas de hojuelas de avena
    ● 2 cucharadas de yogurth
    ● 2 cucharaditas de jugo de limón
    ¿Cómo prepararla?
  3. Mezcla bien la avena con el yogurth, 2. A continuación añade el jugo de limón y
    revuelve, 3. Aplica la mascarilla realizando un pequeño masaje, 4. Déjala actuar durante
    15 minutos, 5. Limpia sin frotar.
    Propiedades del jugo de limón
    El limón tiene propiedades exfoliantes y aclarantes. Elimina las imperfecciones como
    puntos negros o granitos gracias a su poder anti bacteriano y antioxidante.
    En ocasiones, los trucos de belleza más efectivos se encuentran en esas recetas que,
    generación tras generación, han ido pasando de madres a hijas.
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